(Fotografía tomada por Kasper Rasmussen) Es raro tener ansiedad para alguien que dice no tener esperanzas sobre el futuro. Aun así, se me hace difícil no dejar de pensar en los posibles escenarios de alguna decisión. Es aún peor cuando siento que esas decisiones son, pues, decisivas - valga la redundancia. Puedo verme como una persona calmada, que fácilmente nada le impresiona. Por dentro, soy un cúmulo de emociones y - como alguna vez alguien dijo - un manojo de nervios. Con la pandemia pude notarlo más, ya que se manifestaba también en mi físico. La idea de salir en esta nueva normalidad, iba más allá de mi comprensión. No podía dormir bien la noche anterior si sabía que al día siguiente iba a salir. Me despertaba y recordaba al instante que ese día tendría que salir. Entonces alistaba todo un par de horas antes para no olvidar nada. Dejaba la ropa con la que saldría sobre la cama, una pequeña bolsa donde pondría llaves, rociador de alcohol, documentos, dinero y celular, la mascari
Me encuentro en un momento en el cual quiero escribir, a la vez espero no dejar de hacerlo.